¿Sillas con un diseño particular y original? Walker, la silla fruto de la creatividad del diseñador alemán Oliver Schick siempre parece estar en movimiento.
Nunca antes se había visto un asiento con 16 patas. A veces, la irreverencia de las grandes estrellas del diseño se divierten para provocar, como para confundir ideas, ofreciendo muebles especiales y particulares, que parecen más obras de arte de estilo futurista que muebles reales.
Este parece ser el caso de la genialidad del diseñador alemán Oliver Schick.
Silla Walker de Oliver Schick
Una creación, esta, realmente arriesgada y compleja de entender, pero que inmediatamente encontró una apreciación notable en el mundo del arte del diseñador.
Es una silla muy sencilla con un diseño y líneas limpias. La peculiaridad que la hace única es el efecto milpiés de las 16 patas con las que se diseñó la silla, casi como si se tratara de un bonito milpiés
El efecto obtenido es igual al de una ilusión óptica . Un asiento no apto para todos los estilos , pero interesante para quien quiere un mobiliario contemporáneo capaz de sorprender.
La forma básica del Walker es la de una silla clásica de madera . Realzando la expresión clásica, la silla se produce en roble con un acabado mate.
Su dinamismo óptico, no real, se asemeja mucho a la obra de un gran artista y creativo italiano, de fama internacional: es el Dinamismo de un perro con correa de Giacomo Balla, una de las principales voces del movimiento futurista.